Mi youtuber asignada es Mariale, cuyo nombre real es Maria Alejandra
Marerro, de 27 años de edad -año 2019-. Mariale es originaria de la capital de
Venezuela, Caracas. Actualmente cuenta con 11.241.358 subscriptores, 850 vídeos
subidos y 978.200.996 visitas, que van en aumento. Maria Alejandra tiene otras
dos cuentas de Youtube (SSSniperWolf y Mariale SinPatuque), pero nos
centraremos en la del usuario ‘’Mariale’’, que ha recibido diferentes premios por su influencia
como ‘’influencer’’.
Los cinco vídeos más populares que se pueden encontrar en su canal, son:
Contenido
Mariale
hace parodias musicales, tutoriales de maquillaje, cumple retos propuestos por
sus seguidores, vídeos realizando actividades con material escolar (como
pintarse la cara o comérselo) o videos ‘’cómicos’’ en general. Suele aparecer con
otros personajes en los vídeos, como una chica rubia (interpretada por ella
misma con una peluca), una amiga llamada Andrea, su pareja (Gordo) y otras
youtubers, como Karina García. Obviamente todo el protagonismo es para la
youtuber, el resto son secundarios. En otro canal es cierto que comparte su
vida privada con su pareja, pero eso es otra historia.
Aspectos positivos
Dota
a los niños de un sentimiento de comunidad, ya que los fans de Mariale forman
parte de un ‘’grupo de amor’’, el Super Club Amorcitos. Esto puede responder a
la extrema necesidad de afecto y atención que los niños tienen a esta temprana
edad, donde el rechazo supone un drama colosal. Mariale se convierte en un
baluarte del amor y del afecto para estos niños, actuando como una hermana
mayor.
No
potencia la violencia como otros referentes. Desde mi punto de vista, poco más que añadir en este apartado.
Aspectos negativos
Obviamente
el requisito para pertenecer a su Club es subscribirse al canal y activar las
notificaciones, es decir, estar al día en los vídeos de este canal, lo que
generará beneficios económicos directos a Mariale. Se intercambia amor y un
sentimiento de pertenencia a cambio de la monetización generada por la
reproducción del vídeo.
A través de un fingido infantilismo, Mariale se coloca al nivel de su público, convirtiéndose en una más, en una chica ''capaz de entenderles'', en una amiga. Consigue la empatía de las niñas entreteniéndolas y haciéndolas sentir que tienen importancia para ella -cuando en realidad lo que le interesa es la monetización-. Además, con este vínculo consigue que sus vídeos sean reproducidos una y otra vez, ya que los fans se sienten cómplices. Se pasa de enseñar, a entretener. De la sociedad del aprendizaje a la del espectáculo.
Sus vídeos no potencian ni los valores ni
la reflexión ni la autocrítica, que deberían empezar a trabajarse desde
pequeños. Por mucho que tu público sea un público infantil, también debería
interesar fomentar este tipo de aspectos, aunque ello repercutiera quizá en un
descenso de sus beneficios.
Como
comentaba, Mariale tiene un comportamiento totalmente infantil en sus vídeos.
No es de extrañar puesto que su público mayoritario son niñas, casi de una edad
prepúber. Esta conclusión ha sido desarrollada en base a las fotos y los vídeos
que inserta en sus propias publicaciones de los followers que la siguen y que
han ganado un concurso.
Sus
gestos corporales, con una sonrisa siempre en la cara como una ‘’happy flower’’,
el continuo movimiento de manos abiertas de un lado a otro, exclamando sin
parar de manera chillona, y usando palabras como bonito y dulce constantemente.
Sobreactúa en exceso. Su humor es
ridículo, rozando lo patético. Sin duda, humor hecho para niños y niñas, pero
que no ayudará en su desarrollo. No es un ejemplo a seguir porque, de ser así,
los niños no avanzarían y continuarían con este modo de actuar durante toda la
vida. Es un mero personaje transitorio para sus vidas.
Exalta
el rol de género femenino a su máxima potencia, defendiendo frente a las niñas
de corta edad que una mujer debe comportarse de manera infantil, estar guapa y ser
dulce. Es el ejemplo que da con su propia conducta.
Sortea
iPhones, ordenadores portátiles y otro tipo de mercancías para niños y niñas
preadolescentes. No considero que exaltar el consumo y menos de objetos de este
valor entre personas tan jóvenes sea beneficioso. Potencia el fetiche a la
mercancía, vendiendo la idea de que poseer un iPhone te dotará de prestigio. No
educa en valores de ningún tipo ni hace reflexionar a sus espectadores.
Valoración como educador
Por
todo lo expuesto anteriormente, no considero que sea recomendable que los niños
y las niñas vean este tipo de contenido que no es, ni por asomo, educativo ni
pedagógico. No les va a aportar nada más allá de pasar el rato y, además, los
valores que se van a transmitir son pocos y negativos.
Los
niños deben tener libertad para elegir el contenido de los vídeos que
reproducen, pero no olvidemos que estos youtubers van a determinar su manera de
actuar y su forma de ser. Son ejemplos para ellos de cómo es un adulto. Como
educadores, y en esto incluyo a los padres o tutores de los propios usuarios
que frecuentan este tipo de contenido, recomendaría que, desde bien pequeñas,
enseñen a sus hijas en la medida de lo posible a buscar contenido productivo.
No hace falta que sea aburrido: desde dibujos donde se promueva el aprendizaje,
hasta vídeos adaptados a su edad de manualidades.
Dependiendo
de los gustos del niño o la niña se podrá buscar contenido pedagógico más
acorde a sus intereses, pero siempre habría que intentar convertir el
aprendizaje en algo divertido. En una plataforma tan amplia y diversa como
Youtube podemos encontrar fácilmente contenido altamente entretenido y al mismo
tiempo educativo. Considero, en definitiva, que Mariale no es un buen recurso
para el desarrollo del público infantil.
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