Player
Esta semana he asumido el rol del Player y he decidido probar
CyberEduca Cooperativo, un juego hecho para niños y niñas de más de 11 años
cuya finalidad es prevenir el bullying concienciándolos sobre qué es, sus
consecuencias y cómo solucionar situaciones donde se dé. El proyecto fue
elaborado por Maite Garaigordobil y Vanesa Martínez, financiado por Eusko Jaurlaritza
(Gobierno vasco), el Ministerio de Economía y competitividad y desarrollado por
el departamento de Psicología de la UPV.
En qué consiste el juego
Al inicio del juego aparecen diferentes personajes que
representan a los sectores de la clase y su conducta respecto al bullying. Está
la víctima (en este caso una chica miembro del gremio de pintores, que es
despreciado), dos agresores (canteros), una persona que lo denuncia (otra chica,
perteneciente al gremio de la justicia) y los espectadores (fontaneros), que
son conscientes del problema, pero no ayudan a la víctima ni denuncian la
situación por no querer meterse en meollos.
El escenario es una especie de plaza de un lugar fantástico,
inspirado en la Edad media, cuyo nombre es Zanthia. De repente los personajes
son absorbidos por una especie de portal mágico que los transporta a otro
lugar. Para volver a habilitar el portal hace falta reunir unas gemas.Cómo se juega: Mecanismo
El mecanismo del juego es sencillo. Solamente hay que
clickar y estar atento a la historia. Después se abre un panel con diferentes misiones.
Cada misión tiene como premio una de las gemas que hacen falta para abrir de
nuevo el portal. En cada misión nos encontramos con otra historia relacionada
con la misión. Las pruebas consisten en responder una serie de preguntas sobre
el bullying, como por ejemplo cómo actuar cuando sospechamos que alguien lo
está sufriendo o si lo estamos viviendo nosotros mismos.
Cada uno de los personajes pertenece a un gremio distinto y
por tanto a un personaje que en la vida real es partícipe en un proceso de
bullying (víctima, agresor, espectadores, denunciante). Cada personaje
responderá una pregunta, por lo que los objetivos se consiguen entre todos.
Además de esto, en las pequeñas historietas de las misiones
siempre es necesario el grupo entero, los diferentes miembros de los distintos
oficios, para llevarlas a cabo. Por ejemplo, reconstruir una aldea. Los oficios
están relacionados con la construcción, como albañiles, canteros o pintores,
por lo que trabajarán juntos. Esto puede enseñar a los chavales a que en una
misma clase pueden existir caracteres y roles distintos, pero todos son igual
de útiles en diferentes circunstancias. No se debe discriminar a nadie por ser
diferente, sino que esa misma diferencia resulta beneficiosa para el grupo.
Entre misión completada y misión por iniciar, se trata el
tema de las emociones. A través de diversos juegos se analizan las diferentes
emociones que muestran algunos personajes y en qué situaciones se pueden dar y
cómo se siente una persona cuando tiene esa emoción. Ayuda a trabajar la
empatía y a identificar las emociones en los demás. Es una herramienta útil.
Qué he sentido jugando
Me ha aburrido porque está
hecho para niños y jóvenes, pero algunas preguntas me han sorprendido por su
complejidad. Aún así, me parece una buena forma de acercarse con estos temas a
un público tan joven.
Mi evaluación y en qué intervención usaría el juego
El juego está preparado tanto para jugar a nivel individual
como a nivel colectivo. En mi caso, recomendaría jugarlo a nivel individual
pero en clase, puesto que el profesor tendrá que explicar ciertas definiciones
a los niños, orientarles, cerciorarse de que siguen el juego, e ir explicando
las instrucciones para que el sobreesfuerzo no les produzca desgana. Además de
que no es un juego que los chavales vayan a jugar por sí mismos en casa. En la
sala de informática podría realizarse la actividad.
Lo usaría en niños, porque los diálogos son muy simplistas,
pero se sobreentiende el contenido que desea transmitir. Es una manera de ir
haciendo que los niños pequeños absorban la idea de que marginar y maltratar a
los compañeros no está bien. El juego se plantea con una serie de preguntas
sobre el bullying y cómo actuar tanto para prevenirlo como para denunciarlo.
Con la plataforma de este juego y por cómo están preparadas
las preguntas, considero que será más impactante y calará más en chavales que
estén terminando la primaria (quinto, sexto) y que estén entrando en el
instituto (primero, segundo de la ESO). A esa edad los chavales serán capaces
de asimilar los contenidos que se exponen en el juego y reflexionarlos. Más
mayores considero que encontrarán el juego infantil y no les será útil para
prevenir dichas conductas.
También se usan términos como sexting o griefing, que si
bien pueden sonar confusos a chavales de esas edades, es beneficioso que los
profesores resuelvan esas dudas conforme se juega en clase. Más vale que
entiendan de qué se trata y que dichas prácticas les pueden afectar, antes de
sufrirlas sin haber estado informados de cómo actuar ante esas situaciones.
Además, en muchas ocasiones se recomienda en el juego acudir a adultos para
solucionar el problema. A partir de la adolescencia se empieza a desconfiar de
los adultos y se intenta resolver los problemas por propios medios. Entender
que los adultos son aliados para paliar el bullying se debe asumir mucho antes
de que los veamos como potenciales enemigos.
Como educador, si no ha quedado medianamente claro,
recalcaré que recomendaría este juego a los niños y niñas comprendidos en la
edad antes explicada y en las condiciones recomendadas. No mandaría jugar a
casa de manera individual porque es fácil que pierdan interés. Está hecho de
manera que los más jóvenes se entretengan y tengan un primer contacto con un
tema delicado que muchas veces los docentes no saben cómo abordar. Este primer
contacto puede ser beneficioso para abrir después un abanico de otras
actividades relacionadas, sean charlas, talleres u otros juegos. Recomendable.
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