Polémica hasta Abril

Rol del ''Crítico''.

Sé de antemano que mi blog es para tratar temas educativos, pero la política y la educación van íntimamente ligadas. En esta entrada voy a exponer mi punto de vista sobre la polémica de si Vox es fascismo o no, aprovechando las declaraciones de Pedro Sánchez, anunciando que se convocan elecciones para el 28 de Abril.
Es un tema evidentemente polémico, ¿pero para qué escribir nada si no va a causar cierta reflexión entre quien me lea? Quien solamente lee ideas afines para reafirmarse en sus posiciones, realmente no lee nada. Y es que en esta entrada voy a hablar -trataré de que sea escueto pero suficiente- sobre la relación entre estas elecciones y el auge del fascismo.

Bien, el tema de las elecciones es polémico porque se está desarrollando el auge de la extrema derecha tanto en Europa como en el resto del mundo. Muchos enarbolan ahora la bandera de una causa que hasta el momento no les ha importado. Muchos otros, la mayoría, tampoco son capaces de entender la diferencia entre extrema derecha y fascismo.
La extrema derecha se podría definir como un movimiento político de carácter reaccionario, pero que no se puede definir ideológicamente porque dentro de este movimiento hay tendencias totalmente contrarias. Un falangista es contrario a los intereses de un votante del Partido Popular, salvo, quizá, en la consigna chovinista de la unidad de España sobre todas las cosas.
Los nacionalsocialistas o los nacionalrevolucionarios, si bien es cierto que defienden la familia tradicional o la unidad espiritual y eterna de España, no defienden a nivel económico las medidas liberales y privatizadoras de otros partidos como Ciudadanos o el Partido Popular. Por otro lado, tampoco son equiparables Vox y Ciudadanos. Ambos son neoliberales, pero unos son de tendencia más progresista -aparentemente- y otros son abiertamente reaccionarios. Mientras que unos aparecen en el desfile del Orgullo LGTB -¡vete tú a saber qué pintan allí!- otros proclaman sin ningún temor que hay que luchar contra la ideología de género (supuesta ideología igual de imaginaria que El Dorado).

Pues bien, con este esbozo sobre los diferentes partidos políticos en España, lo que he pretendido hacer es demostrar que la extrema derecha no es un movimiento homogeneo, sino que tiene sus diferencias. También dependerá del eje político en que nos movamos para decidir qué es o no extrema derecha. Sí está claro que, por ejemplo, mientras Ciudadanos acepta los progresos a nivel ideológico -como el matrimonio homosexual, la ley trans, etc.-, partidos como Vox nunca se plantarán en este tipo de reivindicaciones. Aunque Ciudadanos no lo haga por ideales, sino por puro oportunismo, sí es cierto que se mueve en un espectro menos reaccionario que Vox.
Hilando con esto: se podría decir que Vox atiende a partidos como el Front National francés o la misma tendencia que Trump, mientras que Ciudadanos o Partido Popular encajan mejor con las medidas neoliberales pero no tan bruscas en otros temas como Clinton o Macron. Eso no quita, obviamente, que se encuadren en el eje de la derecha.

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Ahora bien, ¿es Vox fascista? Y esta es una pregunta a contestar debido a las acusaciones reitaradas de la ''supuesta izquierda'' de que Vox representa el fascismo en España. Para responder a esta pregunta volvemos a algo dicho anteriormente: la extrema derecha es un movimiento donde se encuadran muchas ideologías, desde el nacionalsindicalismo al nacionalsocialismo, pasando por las posturas de Vox en referencia a inmigrantes o al colectivo LGTB. ¿Todo aquello que es extrema derecha es fascismo? Evidentemente no. Quien afirme tal cosa es que no conoce suficiente sobre el fascismo, y no pretendo con esto utilizar falacias ni sonar prepotente, pero es un hecho que cualquier análisis bien desarrollado te lleva a esta conclusión.

El fascismo, para empezar, es un movimiento de masas. Mientras que los partidos electoralistas -llamémoslos socialdemócratas, por mucho que estén a izquierda o derecha del eje político parlamentario-, se sustentan en los simpatizantes, en los votantes, el fascismo se sustenta en la militancia. Los partidos políticos electoralistas presentan su candidatura y son los simpatizantes los que los votan, pero el eje de poder se desarrolla de arriba a abajo.
El fascismo, por otro lado, se organiza mediante un Partido, pero un partido de militantes. Antes de presentarse a elecciones -¡aunque el fascismo puede tomar el poder de otras maneras!- el fascismo se basa en un movimiento de masas. Las elecciones para ellos son el último paso, para los socialdemócratas es el primero. El fascismo antes de presentarse a elecciones tiene a la población ganada. Lleva años trabajándola, barrio a barrio. Crea sus propios organismos, como sindicatos o casas de acogida, o actividades culturales o de beneficiencia.
El fascismo, cuando se presenta a elecciones, aunque no consiga escaños, ya es imposible de detener. Para cuando asoma en las candidaturas, ya tiene un respaldo social detrás que lo sustenta. Aunque no consiga representación, ya tiene a miles y miles de seguidores y de militantes que comparten su ideario y que lo aplican -de todas las formas imaginables-. Por eso es más peligroso un movimiento de abajo a arriba que de arriba a abajo, porque aunque no consigan representación, las calles son suyas.

Por no alargarme más. ¿Vox es fascista? Con este post se puede abrir un debate, porque se podría escribir muchísimo más, hasta un libro. Evidentemente mi postura es que Vox no es fascista. ¿Se puede combatir mediante las urnas el auge del verdadero fascismo? No, tampoco. ¿Por qué? Porque el fascismo crece a diario en las ciudades y los pueblos de España (hay muchos colectivos que llevan ya años desarrollando esta labor y son ya miles de militantes).
Si un partido de derechas como Vox o Ciudadanos gana las elecciones, lo que hará será normalizar el discurso reaccionario entre la población, lo que facilitará el auge del fascismo. Si gana un partido de izquierdas, facilitará el auge del fascismo porque sus políticas están destinadas a fracasar, ya que no se plantean ir más allá de los límites que el capitalismo les impone. Con este fracaso, las masas que confiaron en la izquierda ahora pasarán a los sectores más reaccionarios o simplemente se desentenderán de la política.

¿Cuál sería entonces la solución para detener el verdadero fascismo o la expansión de la extrema derecha en España? Eso ya lo dejo para otro post o para que cada uno saque sus propias conclusiones.



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